5 cosas que me sorprenden de Alemania

Hola de nuevo!

Estoy muy contenta de la recibida que tuvo el primer post publicado la semana pasada. De momento somos poquitos, pero espero que la comunidad vaya creciendo para poder intercambiar más opiniones sobre el país germano.

Esta semana os traigo rarezas alemanas. He intentado no caer en tópicos, y hablar de cosas que realmente me han ido sorprendiendo a medida que me iba adaptando al país. Algunas de estas curiosidades las he encontrado mencionadas en otros posts del estilo o videos en Youtube, pero otras me las he encontrado de sopetón en medio de la calle. ¡Vamos a empezar!

1. Sécate tu propio pelo

De esta me advirtieron en una clase de alemán, pero aún así me quedé con la boca abierta cuando me pasó. Resulta que fui por primera vez a cortarme el pelo en este país, nerviosísima por si sería capaz de explicar realmente lo que quería y no salir de ahí con pelos de loca. Eso fue maravillosamente bien, pero cuando acaba la peluquera con su trabajo me dice algo de secarme el pelo. Y yo me quedo quieta, esperando que coja el secador y me lo peine como se ha hecho toda la vida. Entonces me vino la cara de mi profesora a la mente y le pregunté: ¿lo hago yo? Y la peluquera, mirándome como si no se pudiera creer lo que le estaba preguntando me responde: sí, claro.

Tengo que decir que me gusta mucho esta manera de hacer las cosas, porque te puedes hacer una idea real de como te va a quedar el pelo, y no vivir un día con la falsa imagen de un peinado perfecto. Obviamente te lo pueden peinar si lo pides y pagas por ello; lo que hace que el “solo cortar” sea real y no tengas que estar sufriendo por si te subirán el precio aleatoriamente cuando vayas a pagar. Por cierto, aprovecho para recomendar mi peluquería: se llama Haarpune y quedé encantada.

2. Los perros primero

Algo que también me gusta mucho de este país es lo bien que tratan a sus mascotas. Esto se ve hasta el punto que en muchos locales no solo te dejan entrar con tus amigos perrunos, sino que en la mayoría de los casos tienen un bol de agua y hasta de comida para ellos. De este modo uno puede estar de paseo con su perro y no tener ningún inconveniente a la hora de comer, querer tomarse un café o incluso ir de compras.

3. Plazas de aparcamiento para mujeres

Sí, habéis leído bien, en Alemania hay plazas de parking expresamente para mujeres (Frauenparkplatz). Este es un tema bastante controvertido y sobre el que me está costando mucho posicionarme. Técnicamente, como se puede leer en este artículo (en inglés) de Jezebel, estas plazas de aparcamiento están en zonas más cercanas a la salida y bien iluminadas, de modo que tienen como objetivo evitar potenciales agresiones. Ahora bien, la señal que yo vi (y que comparto con vosotros aquí abajo) es de una única plaza y está tan poco iluminada como el resto de aparcamientos contiguos, encontrándose al mismo tiempo en la parte trasera del café dónde trabajo.

Frauenparkplatz

Cuando les pregunté a mis compañeros al respecto y les dije que en mi país esto no ocurre, uno me contestó “es que en España la mujeres no conducen”, y otro se hizo el graciosillo con “¿Entonces como evitáis accidentes?”. La verdad es que salí muy indignada aquél día y tenía ganas de compartir esto con vosotros. ¿Conocéis las plazas de parking para mujeres? ¿Tenéis más información que yo al respecto? ¿Creéis que es una buena estrategia para evitar agresiones o que con ello se crea aún más desigualdad? Estoy muy intrigada y me encantaría saber vuestras opiniones.

4. Mi zumo con aceite, por favor

Un día estaba yo trabajando en un momento de estrés absoluto y al servirle un zumo recién exprimido a un cliente me dice: ¿Puedes ponerme aceite, por favor? A lo que yo me quedé estupefacta. Obviamente pensé: “lo habré entendido mal”. Y le pregunté qué me había dicho, volviéndome a hacer la misma pregunta. Y así unas tres veces. Entenderlo lo había entendido, pero no me atrevía a dar el paso y meterle un chorro de aceite en el zumo y estropeárselo. Al ver que yo no reaccionaba y que el cliente se estaba poniendo ya nervioso, vino un compañero mío, cogió el aceite de la mesa y derramó buena cantidad ahí dentro. Yo continuaba flipando, sinceramente.

Al cabo de unos días le pregunté a una compañera australiana sobre lo que me pasó, y le pedí su opinión para ver si era yo la rara o es una cosa que se hace habitualmente. Se echó a reír y me dijo que también lo encuentra muy raro, pero que lo hacen para poder ir bien al baño [1]. Ahora cada vez que me lo piden me viene José Coronado a la cabeza.

5. La verdad, solo la verdad y nada más que la verdad

Antes que nada, con esto no quiero decir que los alemanes no mientan, porque entonces estaría mintiendo yo y a lo grande. Lo que quiero decir es que cuando se preguntan como están contestan muy honestamente, porque de hecho lo quieren saber realmente. Si no lo quieren saber directamente ni lo preguntan.

Os lo diré con otra anécdota: Un día fui a clase de teatro después de haber tenido un día de mierda. Llegué allí y después de saludarme me preguntan como estoy. ¿Qué les voy a decir? Pues que bien, que buscando trabajo, que todo el día en casa, blablabla… Llega otra chica y también le preguntan como está, con lo que ella contesta que no demasiado bien, que aquél día había tenido una entrevista de trabajo para un puesto en el que hacía tiempo que quería entrar, que estaban dispuestos a dárselo pero que al final no pudieron porque necesitaba viajar a menudo y ella tenía pánico a los aviones. Flipé.


Hasta aquí el artículo de hoy! Me he encontrado con muchísimas más situaciones sorprendentes en el camino, pero estas son las cinco que más me han chocado. Si os ha gustado puedo hacer algún otro post parecido a este con nuevas anécdotas. Espero que os haya gustado y que hayáis disfrutado leyéndolo. ¿Conocíais alguna de estas rarezas alemanas? ¿Os han sorprendido otras cosas cotidianas de este país? Como siempre tengo ganas de continuar vivo le debate, así que dejad vuestro comentario.

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Hasta la próxima!



  1. Tras publicar este artículo me comentaron que el aceite también sirve para ayudar al cuerpo a asimilar mejor la vitamina A de la zanahoria (porque el zumo del que hablo lleva zanahoria). Adjunto el tweet a continuación. ↩︎